TERAPIA MANUAL PEDIATRICA INTEGRATIVA (TMPI)

TERAPIA MANUAL PEDIATRICA INTEGRATIVA (TMPI)


Es un concepto de fisioterapia para la evaluación y el tratamiento de diversas patologías músculo-esqueléticas y del neurodesarrollo en el bebé y en el niño.
Un concepto centrado en la familia, respetuoso con el bebé o niño, y que busca una atención integral e individualizada.


La Terapia Manual Pediátrica Integrativa (TMPI) tiene como objetivo la integración de la terapia manual y de la fisioterapia pediátrica del desarrollo.

La terapia manual ha mostrado en los últimos años un aumento notable de la evidencia a través de numerosas publicaciones científicas donde se han objetivado sus beneficios en numerosas disfunciones del sistema musculo-esqueléticos. Aunque sus efectos se han mostrado mucho más en población adulta que en población infantil, algunos de los beneficios como la ganancia de rango articular o ciertos efectos sobre la inflamación y el dolor pueden ser extrapolables a la población infantil. TMPI trata de desarrollar medios de evaluación y tratamiento para neonatos y niños cuyas particularidades anatómicas exigen una adaptación metodológica de los sistemas clásicos de evaluación y tratamiento en terapia manual. La terapia manual es necesaria en diferentes disfunciones de la infancia como la torticolis congénita y en áreas tan variadas como la ortopedia o la neurología pediátrica.

Por su parte la fisioterapia pediátrica también goza de estudios de soporte que justifican sus sistemas de evaluación y tratamiento. Se han desarrollado escalas fiables para objetivar el neurodesarrollo infantil tanto en la población con afecciones neurológicas como en los niños sin patología específica. También se ha objetivado en la literatura una considerable incidencia de dificultades de atención y aprendizaje en población infantil en la que se constatan disfunciones sensoriales y motores sin daño neurológico objetivable por pruebas de imagen. En estos niños se sospecha de una posible maduración neurológica no óptima en la que se constatan dificultades de control del equilibrio, oculomotoras o vestibulares entre otras. TMPI propone una vía de fisioterapia pediátrica apoyada sobre la estimulación sensorial, los patrones motores y posturales de la construcción ontogénica en el bebé y la estimulación de los automatismos que sustentan el funcionamiento óptimo del sistema nervioso.

La práctica de TMPI integra de una forma excepcional la terapia manual y la fisioterapia del desarrollo. Dicho de otra forma, una comprensión de la relación entre estructura y función que era imprescindible pero desconocida en la fisioterapia pediátrica.

TMPI permite la evaluación y tratamiento de distintas alteraciones musculoesqueléticas en el bebé y el niño que pueden afectar a su salud, a su desarrollo o a futuros problemas de aprendizaje y comportamiento. A diferencia de la osteopatía pediátrica la evaluación del neurodesarrollo de niños y bebés es un aspecto esencial así como la integración de la familia en el tratamiento a través de un trabajo en casa bien protocolizado con el que se consiguen los mejores resultados.

TMPI en el bebé
TMPI permite una fina evaluación del desarrollo neuromotor y sensorial del bebé, y la detección de alteraciones articulares, tisulares o craneales que pueden estar interfiriendo en su desarrollo.

Con TMPI es posible tratar de una forma muy eficaz cólicos, tortícolis congénitas, irritabilidad, alteraciones digestivas, deformaciones craneales, plagiocefalias, etc. Con técnicas manuales suaves pero muy al detalle y extremadamente efectivas.

Dentro de la visión integrativa es fundamental ayudar a los padres a estimular los patrones motores y sensoriales que el bebé necesita en cada etapa. De esta forma los niños utilizarán inmediatamente los rangos de movimiento y control ganados en la sesión y aseguran el resultado por la puesta en marcha de la función.

Así la intervención se equilibra entre la eficacia del tratamiento manual y la educación de la familia. Una combinación con unos resultados sorprendentes.

TMPI en el niño
TMPI permite una fina evaluación del desarrollo neuromotor y sensorial del niño, y la detección de alteraciones articulares, tisulares o craneales que pueden estar interfiriendo en su desarrollo, en sus dificultades de aprendizaje, de atención o de comportamiento.

Se evalúan aspectos como la coordinación, el equilibrio, su función cerebelosa, la presencia de reflejos primitivos no bien integrados, etc. Todo ello integrado con las posibles restricciones de movilidad articular o de tejidos que pueden estar en relación.

La TMPI permite devolver la salud y la movilidad a los tejidos y sistemas biomecánicos, activando patrones motores más correctos y educando a los padres para ofrecer a los niños los estímulos necesarios para su desarrollo.

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